Siempre hay alguna parte de nuestro organismo que aún está en el pasado.
Hoy toca estar bien presentes. Presentes en nuestro cuerpo físico, en nuestra materia. Una materia que a cada instante a cada respiración es distinta, se transforma, se intercambia.
Es una percepción que a veces olvidamos pues no se percibe a través de nuestros sentidos físicos, sino que necesitamos nuestros sentidos sutiles para poder percibirlo. Otra característica de la materia que no es aparente frente a nuestros ojos en su discontinuidad, la cantidad de espacio vacío que hay en esta apariencia sólida, un vacío que permite que todas nuestras partículas vibren, por eso el espacio intersticial y extracelular es tan importante en nuestro organismo, y es importante cuidarlo para que nos mantengamos en el bienestar.
Permitiendo pues a través de la respiración poder expandir nuestro corazón expandimos toda nuestra materia, creando unos caminos por los que la energía que nos llega fresca ,nueva y limpia pueda transitar libremente y llegue a cada una de nuestras células, allí donde más se necesita. Para que nuestras células puedan alimentarse y puedan también deshacerse de todos aquellos residuos que generan.
Este es el funcionamiento natural de nuestro organismo, un organismo que por sí solo tiende a este funcionamiento para mantenernos permanentemente en el bienestar. Más, además de nuestro organismo biológico, estamos constituidos por un cuerpo mental, por una mente que a menudo situamos en nuestro celebro, en la parte alta de nuestro cuerpo físico. Simplemente el celebro es el órgano que facilita la conexión con nuestra verdadera mente. Nuestra mente es pura energía, trasciende mucho más allá de la superficie de nuestro cráneo, se sitúa a lo largo de todo nuestro cuerpo.
Es esta mente que se siente con autoridad para dirigirnos que a veces dificulta el buen funcionamiento de nuestro organismo. Una mente que evidentemente en algunos momentos es necesaria, pero muchas veces es inoportuna. Tiende a mantener activos en nosotros muchos recuerdos del pasado que nos impiden vivir de forma plena el momento presente.
Así siempre hay alguna parte de nuestro organismo que aún está en el pasado percibiendo alguna experiencia ya vivida, la emoción de esa experiencia y los pensamientos que se generan a partir de ella. Si fuéramos capaces de realmente concluir las experiencias y vaciarnos de todo aquello que nos han activado, iniciáramos de nuevo nuestro caminar desde la vacuidad, estaríamos siempre sanos.
Pero también debemos reconocer que es gracias a esta parte más sutil nuestra, a esta mente, que podemos alcanzar la Mente Universal conectando fácilmente con Ella, ascendiendo más allá de lo que es nuestra propia mente humana.
Conectando desde el corazón abierto y llenos de energía amorosa podemos acceder a cualquier información del Universo y también viajar a cualquier lugar del Universo. Que esto no nos asuste, no nos sintamos miedosos o asustados, simplemente es una realidad aun poco experimentada.
En algunas tradiciones o culturas se diferencia el pensamiento de la emoción, en otras forma una unidad, evidentemente no hay separación alguna en nada de lo creado. Todo forma una unidad en la que cada cosa tiene su lugar y todo está interconectado.
En nuestra cultura a menudo se diferencia el pensamiento de la emoción y hay discusiones para saber si primero se crea la emoción y luego el pensamiento o el pensamiento y luego la emoción. Podemos deciros que eso no importa, lo importante es que seamos conscientes de la emoción que se activa en nosotros y del pensamiento que crea nuestra mente. Así, siendo más conscientes, podemos decidir con mayor seguridad y certeza si accionar o no a partir de los pensamientos y emociones que se activan.
Eso nos lleva al punto en que somos plenamente autónomos y autosuficientes, y somos nosotros quienes decidimos si accionar o no accionar, lástima que a menudo nos mantenemos durante largo tiempo en la duda y en la ambigüedad, eso nos enferma.
Esta meditación de hoy es para que tengamos claro que nuestro organismo está preparado para ser eterno, si realmente permitimos el fluir natural de la energía en él. Llegara un tiempo en que será una realidad, pero de momento intentemos sentir mucho más cercana nuestra materia, a veces incluso nos olvidamos de nuestro cuerpo físico. No lo escuchamos, no lo atendemos como se merece y, a menudo, no lo reconocemos como nuestro. Hoy es para que cada uno de nosotros reconozca su cuerpo, la mente que lo acompaña y el corazón.
Por eso debemos expandir nuestro corazón para abrirnos a esta experiencia, respiremos pues para abrir nuestro corazón, como si abriéramos una flor, la flor que cada uno guarda en su pecho, y así entre todos con el corazón abierto mostrando la belleza de esa flor, hemos construido una corona perfecta, un círculo perfecto en donde el Amor queda manifiesto.
Dejemos unos minutos de silencio para disfrutar de este espectáculo fantástico, viendo la flor que cada uno guarda en su corazón y viéndola ahora se muestra en cada uno de nosotros la belleza y nos sana, porque nuestra materia es bella.
Pregunta: Tengo como una duda porque lo que han dicho lo reconozco como verdad, y que hay la ilusión de la mente y del cuerpo que no existe. No tienen entidad en realidad y se desvanecerán, o debemos buscar la Luz, y por otra parte también hay tradiciones religiosas y tu has dicho que apuntan a que el cuerpo podría durar eternamente, si le diéramos el cuidado adecuado, la respiración adecuada, como yoguis, Baba ji, etc. ¿Entonces para mí es como una contradicción de si debemos cuidarnos tanto como para permanecer y prolongar nuestra existencia aquí, o debemos trascenderlo para buscar más allá de esta ilusión?
Respuesta: Es una lástima que nuestra mente humana tenga que decidir entre uno u otro de estos estados, simplemente dejémonos sentir y accionemos hacia aquel que en ese momento sintamos que es el más oportuno, el más adecuado.
Depende de la experiencia que cada uno quiera vivir, si uno está preparado para que su cuerpo se mantenga, como ya hemos visto, en algunos Seres sin alimento porque no podemos dejar que este Ser viva así y otro que necesite muchos alimentos para mantener su cuerpo. El Universo nos respeta nuestras decisiones cuando estamos experimentando.
Tenemos muchos más sentidos además de nuestros sentidos físicos que nos pueden permitir acercarnos más a la verdadera realidad de toda la creación, intentemos despertar todos estos sentidos en esta experiencia de vida, en esta existencia, así tendremos una mayor consciencia, tendremos una frecuencia más elevada si cabe, o distinta y tendremos otras coordenadas en el Universo que nos van a permitir otras experiencias.
Experiencias coherentes con las que antes hemos vivido, por eso en el texto también se habla de que aunque aparentemente tengamos una misma forma somos distintos, pero la energía que estructura esa forma en cada experiencia es la misma. También en el ciclo de nuestra vida desde que éramos bebes, ahora que somos adultos y maduros, pasando por distintas etapas, también es la misma esencia en formas distintas aparentemente. Intentemos que nuestros sentidos trasciendan estas formas aparentes para tener una mayor comprensión de todo lo que acontece, de todo lo que desde cada uno de nosotros movemos y como también repercute en el resto de la creación del Universo, hasta que podamos experimentar en último momento la experiencia de unidad absoluta.
Las iniciaciones no son sino un camino hacia esta experiencia de unidad, en Ella, en esa unidad descubriremos que lo somos todo, somo un cuerpo eterno y también somos una energía fugaz que a cada instante es distinta. Intentemos que nuestra mente se abra a incorporar más que a continuar separando, diferenciando, clasificando, dudando.
Pregunta: Gracias.
con Amor y Luz-15-11-2024
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