Toda existencia humana tiene un propósito y es ser conscientes de su verdadera naturaleza, no solo la parte física perceptible para nuestros sentidos físicos, sino también estar abierto y tomar consciencia de toda la parte espiritual que nos conforma.
En realidad nuestro espíritu se pierde en los confines del universo, así todos compartimos un mismo espíritu, un mismo origen, una misma energía, como este elemento éter que nos contiene a todos y permite, libremente, que cada uno nos manifestemos en una forma singular, en una combinación única de los 4 elementos. Todos tenemos en nosotros una parte de fuego, aire, agua, y tierra, en una combinación y una proporción únicas, que se va adaptando a nuestras necesidades a lo largo de todo nuestro crecimiento. Permitir que estos elementos se manifiesten libremente en nosotros es una práctica constante, porque a menudo tenemos resistencias o creencias que no lo permiten.
La vibración del 5 hoy nos facilita liberarnos de todo aquello que nos limita, de todas las resistencias que podamos tener para manifestarnos como lo que realmente somos, para retomar nuestro poder, para hablar desde esta energía amorosa que todo lo sostiene, para sentir.
El pentágono tiene forma de casa, pero para que una casa se sostenga necesita tener un buen fundamento. El fundamento es nuestra materia aquí en esta Tierra y en este espacio/tiempo, así pues, cuidar nuestra materia es una acción prioritaria. Una materia que este equilibrada, que se sienta fuerte, que tenga bienestar es capaz de sostener un edificio. Pero las casas, todas, tienen una cubierta y la cubierta es lo que conecta con el Cielo, así pues, también esta materia mucho más sana, mucho más equilibrada y armónica, tiene una conexión mucho más fácil y cercana con esta energía más sutil, con esta energía universal que a todos nos acoge.
Solo desde el equilibrio y la armonía, desde una buena alineación de nuestro eje esta energía universal se manifiesta de forma equilibrada y armónica en la materia. Si no tenemos un buen fundamento, si no estamos, como decimos otras veces, bien enraizados en esta Tierra es difícil que podamos sostener el tejado de nuestra casa. Pero también, si solo tenemos una conexión con la energía sutil y tenemos una conexión difícil con la materia toda esta energía sutil difícilmente llega a manifestarse en ella.
En el 5 encontramos este punto de equilibrio, todo este espacio en donde ambas energías pueden convivir, interactuar, entrelazarse de forma fácil y armónica, pueden convivir en nuestro interior sin lucha alguna, facilitando un dialogo constante, un dialogo que permite el enriquecimiento mutuo, que facilita la subtilización de la materia y la materialización del espíritu. Así cada vez es más perceptible su fusión, su unidad.
Permitámonos, hoy, en esta meditación sentir de forma plena nuestro cuerpo físico, todo el perímetro de nuestro cuerpo físico que conforma nuestra imagen, a través de percepciones como el calor, la posición de nuestra columna, de nuestros brazos, de nuestros dedos, de nuestras piernas, pero también abrámonos a percibir esta parte sutil, este espíritu que nos acompaña siempre, ese Ser de Amor y Luz que nunca nos abandona. Sintámonos más expandidos como si, poco a poco, creciéramos y ocupáramos todo este espacio y permitámonos sentir también, este cuerpo sutil que todos poseemos y, como a través de todos los poros de nuestra piel, están interconectados.
Expandiendo todo nuestro cuerpo sutil seguramente nos es difícil percibir nuestros limites, simplemente se expande más y más esta energía fundiéndose la de cada uno en una sola energía, en un solo Ser, ese Ser de Amor y Luz que nos aporta a cada uno aquello que más necesitamos, sin necesidad de palabras, simplemente desde una mayor consciencia.
Es como si de ese Ser común en el que nos hemos encontrado se desprendieran rayos de Luz para cada uno, una Luz que nos limpia, que nos armoniza, que nos equilibra. Un rayo de Luz azul hacia nuestra garganta para que podamos expresar y decidir en cada momento aquello que más beneficia a todos. Un rayo azul índigo hacia nuestro tercer ojo para que nuestra mentalidad se abra a esta mente más universal, que nos conceda mayor discernimiento, mayor claridad, mayor voluntad. Y un rayo violeta hacia nuestra coronilla y desde ese punto de nuestra cabeza abrirnos a este conocimiento del Universo, al funcionamiento de la vida, a esta energía amorosa que todo lo sostiene. Y que estos 3 rayos nos permitan tomar consciencia de nuestro poder, de nuestro propósito, de nuestro servicio.
Que este número 5, que esta vibración, esta frecuencia nos facilite este equilibrio y con el equilibrio presente, no tengamos miedo a abrirnos, a que nuestra mentalidad se transforme, a que nuestros sentidos físicos se expandan, a que en nosotros convivan nuestras dos naturalezas pacíficamente, amorosamente. Que cada uno de nosotros vea con claridad el próximo paso a dar, que no haya lugar para la duda, para el miedo, es momento para iniciar de nuevo el camino, para pisar respetuosamente la Tierra, sentirla, amarla, pero también mirar al Cielo, sentirlo, amarlo, y que ambos tengan un lugar, un lugar en nosotros.
Recojamos de nuevo esta energía que hemos expandido para unificarnos, a través de la respiración acerquémosla de nuevo a nuestro cuerpo físico, a todo nuestro perímetro, recorramos nuestra forma, sintamos nuestro cuerpo y mantengámonos unos momentos en silencio para sentir los cambios, para percibir esta transformación en nuestros sentidos físicos, en nuestra mentalidad, en nuestra expresión, y la tranquilidad y la paz que conllevan.
Estamos aquí cada uno en su lugar, en el lugar que le corresponde y desde mi lugar me dejo sentir.
con Amor y Luz-16-02-2024