Atendámonos siempre que lo sintamos, no dejemos para más tarde nuestra atención porque es la prioridad de ese momento.
A veces puede ser que sea nuestro cuerpo físico que impida nuestra atención, intentemos escucharlo, si nos cuesta entenderlo, intentemos captar los símbolos con los que se aparece, los sonidos con los que puede escucharse, pero atendámoslo. Si lo hacemos, en ese mismo instante podemos satisfacer la necesidad de ese momento y situarnos de nuevo en el bienestar, en ese punto de la justa medida de cada cosa.
Si es nuestra mente la que reclama la atención, intentemos respirar de forma consciente para calmarla y que pueda también hacernos llegar su necesidad, que pueda expresar la palabra justa para que podamos también, atenderla como se merece y pueda retornar a ser una mente calmada lucida y tranquila.
Si la necesidad surge desde nuestro corazón, porque se activan emociones profundas intentemos atenderlas dejando de hacer y sintiéndonos, seguro que encontraremos más fácilmente aquella energía amorosa que ajusta todas las emociones.
Si aun atendiéndonos, nos es difícil retornar al bienestar, intentemos hacer silencio para que el Universo pueda expresarse y conectando con Él encontrar el gesto, la respiración, la palabra que nos pueda devolver el bienestar.
Se nos dice muchas veces que todo está a nuestro alcance, solo está a nuestro alcance si realmente nos abrimos y nos disponemos.
La energía que se mueve estos días es una energía sanadora. Una energía que facilita la sanación a todos aquellos de buen corazón que sienten el Amor y la vida en ellos, conectados a la vida incorporan directamente esta energía.
…
Así poco a poco, llevando a la práctica estas propuestas, vamos dándonos cuenta desde nosotros mismos, de quienes realmente somos y el poder que tenemos. No hay necesidad de intermediarios, sino que cada uno tiene el vínculo directo con la Fuente, con esta energía amorosa que se desprende de Ella para cada uno, para toda la humanidad, para toda la Tierra, para todos aquellos que se abren a recibirla.
La energía que sana es una energía que limpia, que renueva, que regenera, que repara, que incorpora, para cada uno aquello que necesita, según la necesidad que en este momento se despierta. Es bueno pues aprovechar este círculo, este momento, esta energía que nos llega como una ducha de agua sanadora y limpia para abrirse a recibir desde el corazón aquello que se necesita.
Poco a poco, gracias a cada experiencia, nos vamos iniciando en nuevos trabajos, en nuevas prácticas, y gracias a ellas vamos reforzando nuestras alas, unas alas que se van desplegando a nuestro alrededor. Unas alas que nos invitan a elevarnos y ver más de cerca esta Fuente de la que todo surge, de la que todo nace, de la que todo se crea. Desde este nuevo lugar tenemos una nueva visión de todo cuanto acontece. Vemos, como en la imagen que hoy nos acompaña, un gran corazón alado que se sostiene en el Sol central.
Disfrutamos de esa visión, disfrutamos al mirarnos entre nosotros, viéndonos ahora como Seres alados. La alegría, el gozo, la sonrisa nos acompaña, tenemos una visión nueva que nos permite vivir con mayor confianza, con mayor comprensión, con mayor alegría. Cada uno recuerda la imagen, una imagen aunque compartida, especial para cada uno.
…
Volvamos a nuestro lugar en este círculo, poco a poco, respiramos para sentir la energía en todo nuestro organismo. La llevamos también, a nuestra mente, enfocada plenamente en este momento y también a nuestro corazón, de donde resurge esa misma energía. Dispongámonos a compartir esta energía con Seres que sintamos que la necesitan, Seres conocidos o desconocidos. Llevémosla también a los lugares de la Tierra donde más se necesita, que surja como una fuente inagotable hacia esos lugares, hacia esos Seres. Llevémosla también a aquellos lugares del Universo que la necesitan para que el equilibrio, la armonía, el bienestar, la alegría, la comprensión, la tolerancia se manifiesten en cada punto.
Pregunta: Se ha dado el caso de que ha sido un eclipse parcial de luna. ¿Qué nos pueden compartir? Gracias.
Respuesta: Junto con la Madre Tierra toda la humanidad, cada uno de nosotros vamos transitando en un caminar traspasando portales, puertas que se abren en un momento dado y que nosotros decidimos si transitar a través de ellas o no.
Cada vez que hay algún movimiento en el Universo que puede apreciarse desde la Tierra es como un punto en el cual debemos poner nuestra atención, porque este fenómeno implica, información nueva para cada uno de nosotros, según el momento, según el estado de evolución.
En este caso, este eclipse parcial, es como una invitación a pasar a la introspección de forma rápida. Estamos ya, en medio de la estación entre verano y otoño y la introspección se dará de otoño a invierno, pero en este ciclo, en esta estación de ahora es importante que la introspección empiece desde este momento. Una introspección necesaria para aprovechar también, el próximo eclipse que habrá el día 2 de octubre. Estos días son muy favorables para sanar, para soltar aquello que nos impide andar tranquilos, andar seguros, andar confiados. Todo aquello que nos impida movernos de nuestra zoma de confort, de donde estamos, no solo en referencia a lo que podamos sentir en nuestro cuerpo físico, nuestro organismo, sino también en nuestra mente y nuestro corazón porque reciben plenamente esta energía sutil. Así nuestro Ser, nuestro Espíritu, nuestra Alma, nuestro Aliento Divino, nuestra chispa puede manifestarse, más fácilmente.
En una sociedad que nos invita constantemente a mirar hacia el exterior, a incorporar constantemente información a nuestra mente, a experimentar cada vez más, con emociones que no nos benefician, es importante la introspección. Simplemente para reparar nuestro organismo, para vaciar nuestra mente y para llenar nuestro corazón con la energía amorosa que nos conecta con la vida.
Con eso no querremos decir que necesitamos aislarnos del mundo, sino ser conscientes de todo aquello que nos facilita y que a menudo supone más una carga que un beneficio. Y, si mantenemos esta atención a diario, que es fácil, porque solo requiere unos minutos, podemos mantener mucho mejor nuestro organismo, nuestra mente, nuestro corazón en buenas condiciones. Sino a menudo nos sentimos más oprimidos, nos cuesta respirar y nos densificamos. Incluso si el movimiento se hace difícil, es pues un toque de atención para cada uno de nosotros, según el momento de su vida. Eso es lo que significa para nosotros.
Con esa práctica podemos mantener la balanza en equilibrio entre lo que se nos pide desde fuera y lo que se nos pide desde dentro.
Pregunta: Gracias.
Atendámonos siempre que lo sintamos, no dejemos para más tarde nuestra atención porque es la prioridad de ese momento.
A veces puede ser que sea nuestro cuerpo físico que impida nuestra atención, intentemos escucharlo, si nos cuesta entenderlo intentemos captar los símbolos con los que se aparece, los sonidos con los que puede escucharse, pero atendámoslo. Si lo hacemos en ese mismo instante podemos satisfacer la necesidad de ese momento y situarnos de nuevo en el bienestar, en ese punto de la justa medida de cada cosa.
Si es nuestra mente la que reclama la atención intentemos respirar de forma consciente para calmarla y que pueda también hacernos llegar su necesidad, que pueda expresar la palabra justa para que podamos también, atenderla como se merece y pueda retornar a ser una mente calmada lucida y tranquila.
Si la necesidad surge desde nuestro corazón porque se activan emociones profundas intentemos atenderlas dejando de hacer y sintiéndonos, seguro que encontraremos más fácilmente aquella energía amorosa que ajusta todas las emociones.
Si aun atendiéndonos, nos es difícil retornar al bienestar, intentemos hacer silencio para que el Universo pueda expresarse y conectando con Él encontrar el gesto, la respiración, la palabra que nos pueda devolver el bienestar.
Se nos dice muchas veces que todo está a nuestro alcance, solo está a nuestro alcance si realmente nos abrimos y nos disponemos.
La energía que se mueve estos días es una energía sanadora. Una energía que facilita la sanación a todos aquellos de buen corazón que sienten el Amor y la vida en ellos, conectados a la vida incorporan directamente esta energía.
…
Así poco a poco, llevando a la práctica estas propuestas vamos dándonos cuenta desde nosotros mismos, de quienes realmente somos y el poder que tenemos. No hay necesidad de intermediarios, sino que cada uno tiene el vínculo directo con la fuente, con esta energía amorosa que se desprende de ella para cada uno, para toda la humanidad, para toda la Tierra, para todos aquellos que se abren a recibirla.
La energía que sana es una energía que limpia, que renueva, que regenera, que repara, que incorpora, para cada uno aquello que necesita, según la necesidad que en este momento se despierta, es bueno pues aprovechar este círculo, este momento, esta energía que nos llega como una ducha de agua sanadora y limpia para abrirse a recibir desde el corazón aquello que se necesita.
Poco a poco, gracias a cada experiencia, nos vamos iniciando en nuevos trabajos, en nuevas prácticas, y gracias a ellas vamos reforzando nuestras alas, unas alas que se van desplegando a nuestro alrededor. Unas alas que nos invitan a elevarnos y ver más de cerca esta fuente de la que todo surge, de la que todo nace, de la que todo se crea. Desde este nuevo lugar tenemos una nueva visión de todo cuanto acontece. Vemos como en la imagen que hoy nos acompaña, un gran corazón alado que se sostiene en el Sol central.
Disfrutamos de esa visión, disfrutamos al mirarnos entre nosotros, viéndonos ahora como Seres alados. La alegría, el gozo, la sonrisa nos acompaña, tenemos una visión nueva que nos permite vivir con mayor confianza, con mayor comprensión, con mayor alegría. Cada uno recuerda la imagen, una imagen aunque compartida, especial para cada uno.
…
Volvemos a nuestro lugar en este círculo, poco a poco, respiramos para sentir la energía en todo nuestro organismo. La llevamos también, a nuestra mente, enfocada plenamente en este momento y también a nuestro corazón, de donde resurge esa misma energía. Dispongámonos a compartir esta energía con Seres que sintamos la necesitan, Seres conocidos o desconocidos. Llevémosla también a los lugares de la Tierra donde más se necesita, que surja como una fuente inagotable hacia esos lugares, hacia esos Seres. Llevémosla también a aquellos lugares del Universo que la necesitan para que el equilibrio, la armonía, el bienestar, la alegría, la comprensión, la tolerancia se manifiesten en cada punto.
Pregunta: Se ha dado el caso de que ha sido un eclipse parcial de luna. ¿Qué nos pueden compartir?
Gracias.
Respuesta: Junto con la Madre Tierra toda la humanidad, cada uno de nosotros vamos transitando en un caminar traspasando portales, puertas que se abren en un momento dado y que nosotros decidimos si transitar a través de ellas o no.
Cada vez que hay algún movimiento en el Universo que puede apreciarse desde la Tierra es como un punto en el cual debemos pone nuestra atención, porque implica este fenómeno, información nueva para cada uno de nosotros, según el momento, según el estado de evolución.
En este caso, este eclipse parcial, es como una invitación a pasar a la introspección de forma rápida. Estamos ya, en medio de la estación entre verano y otoño y la introspección se dará de otoño a invierno, pero en este ciclo, en esta estación de ahora es importante que la introspección empiece desde este momento. Una introspección necesaria para aprovechar también, el próximo eclipse que habrá el día 2 de octubre. Estos días son muy favorables para sanar, para soltar aquello que nos impide andar tranquilos, andar seguros, andar confiados. Todo aquello que nos impida movernos de nuestra zoma de confort, de donde estamos, no solo en referencia a lo que podamos sentir en nuestro cuerpo físico, nuestro organismo, sino también en nuestra mente y nuestro corazón porque reciben plenamente esta energía sutil. Así nuestro Ser, nuestro Espíritu, nuestra Alma, nuestro Aliento Divino, nuestra chispa puede manifestarse, más fácilmente.
En una sociedad que nos invita constantemente a mirar hacia el exterior, a incorporar constantemente información a nuestra mente, a experimentar cada vez más, con emociones que no nos benefician, es importante la introspección. Simplemente para reparar nuestro organismo, para vaciar nuestra mente y para llenar nuestro corazón con la energía amorosa que nos conecta con la vida.
Con eso no querremos decir que necesitamos aislarnos del mundo, sino ser conscientes de todo aquello que nos facilita y que a menudo supone más una carga que un beneficio. Y, si mantenemos esta atención a diario, que es fácil, porque solo requiere unos minutos, podemos mantener mucho mejor nuestro organismo, nuestra mente, nuestro corazón en buenas condiciones. Sino a menudo nos sentimos más oprimidos, nos cuesta respirar y nos densificamos. Incluso el movimiento se hace difícil, es pues un toque de atención para cada uno de nosotros, según el momento de su vida. Eso es lo que significa para nosotros.
Con esa práctica podemos mantener la balanza en equilibrio entre lo que se nos pide desde fuera y lo que se nos pide desde dentro.
Pregunta: Gracias.