La oscuridad no existe, solo las sombras pueden confundirnos.
Esta característica de la energía que es la luminosidad nos permite ver todo lo que nos rodea y, también, vernos a nosotros mismos. Solo cuando la Luz está presente somos capaces de diferenciar aquello que nos rodea y de reconocer cada cosa creada, ya sea por su forma, por su color, por su olor, por su gusto, por su sonido, percibiendo sus cualidades y características singulares.
La Luz, pues, está siempre presente, porque incluso cuando descansamos, cuando se oscurece nuestro panorama interno, solo con el hecho de abrir los ojos vemos de nuevo la Luz. Así pues, no es que la Luz no esté presente, sino que nosotros nos cerramos a esta visión.
A lo largo de nuestra existencia pasamos por etapas en las que podemos sentir que estamos en un entorno más bien oscuro y sombrío, un entorno en el que difícilmente podemos ver la Luz, pero es gracias a Ella que podemos ver este entorno más sombrío, más oscuro, la Luz pues esta siempre presente.
A veces los claros-oscuros que se generan desde la Luz, nos distraen de nuestro verdadero camino, de nuestra verdadera esencia. Más no tengamos miedo, no nos sintamos débiles, porque la Luz siempre está presente.
Tenemos en nuestro cuerpo muchas células sensibles a la Luz, podríamos decir que toda nuestra piel es sensible a Ella, además de nuestros ojos. Somos receptores de Luz, pero también emisores de Luz, esa es nuestra naturaleza. Somos energía de Luz en constante transformación, una transformación que a veces nos hace difícil reconocernos.
La energía luminosa vibra, y todos somos Luz, pero cada uno de nosotros con una vibración singular y única. Una vibración que permite al creador de reconocernos porque hemos sido creados desde la Luz. Intentemos sentir nuestra vibración, una vibración lumínica que intercambiamos con todo lo que entra en contacto con nosotros, no necesariamente un contacto físico sino simplemente un contacto energético.
Cuando emitimos Luz es cuando estamos conectados con la energía amorosa, esta energía que sostiene todo lo creado y que cuando está en movimiento desprende Luz. Así pues, permitamos el movimiento a todos nuestros niveles, un movimiento constante que nos transforma a cada momento. Movimiento en nuestro cuerpo físico, en cada una de nuestras células, pero también movimiento en nuestro cuerpo mental y en nuestro cuerpo emocional. Es cuando este movimiento se frena que entonces aparecen los claros-oscuros, las sombras.
Seguramente algunos de vosotros encontrareis que afirmar que la oscuridad no existe es una afirmación irreal, imaginaria, incompleta.
La oscuridad no existe, solo las sombras pueden confundirnos. Una confusión que no nos permite disfrutar de la abundancia que nos rodea, ni tampoco a veces de nuestra propia abundancia interna. Estamos animados por el creador, el creador es luminoso, nosotros somos luminosos. Estamos aquí para descubrir que la oscuridad no existe, que la Luz es total y permanente.
Solo así veremos claramente la realidad y no nos dicen llenos de Luz, sino plenos de Luz, porque la plenitud es otra actitud. Sentirse pleno es sentirse abundante, a veces, sentirse lleno es sentirse pesado y denso. Hay pues algunas palabras que acompañan la Luz que deben comprenderse desde su profundo significado.
Invitamos a cada uno que reflexione sobre su existencia, sobre sus experiencias, especialmente aquellas en las que ha habido más sombras, más claros-oscuros y seguro que siempre podemos encontrar aquel rayo de Luz que las atraviesa, aquel rayo de Luz a través el cual podemos transitar, aquel rayo de Luz que siempre nos ilumina.
Es importante que hoy no queden dudas, que se pregunte.
Repetimos la oscuridad no existe, la Luz es total y permanente, plenos de claridad todo trasluce, somos Luz y sombra.
Pregunta: ¿Puedes explicar el símbolo del Yin y el Yang? Que en la oscuridad hay Luz y en la Luz hay oscuridad, como se relaciona con lo que has dicho….
Respuesta: Más que Luz y oscuridad hablamos de Luz y sombra. La sombra, como supongo todos habéis experimentado, depende de donde situamos el foco de Luz para que refleje más o menos sombra.
Es importante pues que intentemos alinearnos y mantener el foco de Luz sobre nuestro eje, así se produce el mínimo de sombra, más es importante que conectemos con nuestra Luz interior y en la medida en que esta Luz se vivifica y aumenta, esta pequeña sombra que pueda hacer un foco de Luz externo también se disuelve.
En la medida que estamos más alineados, más en coherencia, más unificados, la sombra se diluye. Más en nuestra existencia y debido al constante movimiento que hay en todo lo creado, en la energía que necesita de este movimiento, a veces podemos situarnos en una cúspide o en otra de la onda, porque el movimiento de la Luz es ondulatorio.
Así se generan el Yin y el Yang debido a este movimiento lo que no significa que deje de ser la misma Luz.
El yin y el Yang están todos dentro de un mismo circulo, eso significa que son una misma sustancia y en el centro esta esa línea ondulada y es este movimiento constante que se da en la energía y en todo lo creado, aunque haya momentos de más sombra no dejamos de tener presente que esta la Luz.
Se dice que todo nace de un único punto, de una misma energía, que se manifiesta de forma distinta.
El Yin-Yang es el símbolo más representativo de esta dualidad, pero está incluido en un círculo que es la Luz, depende en el punto en que nos situemos de este movimiento ondulatorio abra más o menos sombra, pero la Luz estará siempre presente.
No sé si hemos respondido a tu pregunta.
Pregunta: Si, gracias.
Respuesta: Si no hay más preguntas, ¿será que todos están de acuerdo en que la Luz esta siempre presente y que la oscuridad no existe?
Entonces intentemos hablar más de la Luz, tenerla más presente en nuestra existencia, cuidarla y alimentarla y agradecerle todo lo que nos facilita.
Hemos transitado durante mucho tiempo por momentos de sombra, de grandes claros-oscuros, pero vamos a volver a vivir de nuevo en la Luz.
Cuando vivíamos en el gran paraíso la Luz era mucho más manifiesta. Seguramente desde esta reflexión interna, desde este recogimiento hacia cada uno de nosotros con nuestra Luz prendida, podemos conectar con estas memorias de nuestra vida en el gran paraíso. Seguramente por eso, no dudamos de que así sea, de que la Luz esta siempre presente y que la oscuridad no existe.
Pregunta: Este mensaje suena a esperanza y el paraíso en la Tierra, pero también vemos personas que se asustan por situaciones mundanas, actuales, ¿Como podemos iluminar, ilusionar, conectar, crear, visionar este paraíso?
Respuesta: A veces nos perdemos queriendo alcanzar el mundo, es importante que cada uno alcance el entorno más próximo y más uno mismo. En la medida en que cada uno de nosotros nos sintamos ya ahora viviendo en el gran paraíso va a ser mucho más fácil que los de nuestro entorno también vivan en él, y así poco a poco también la humanidad, aquella humanidad que lo haya escogido.
Porque vivir o no en el gran paraíso, también es una elección de cada día, de cada momento, si nos dejamos distraer por los claros-oscuros que están tan presentes, tenemos un tiempo tan limitado y lo ocupamos en estos quehaceres.
Seamos conscientes de aquello en que ocupamos nuestro tiempo, de aquello que gastamos nuestra energía, de aquello que alimentamos y así poco a poco, tomando consciencia, alimentaremos aquello que de verdad queremos, sentimos, deseamos.
Si la Luz es plena todo se posibilita, todo se facilita, estamos animados por el creador, tenemos pues esta misma energía, la energía creadora, animémonos en ella, en la Luz que no es sino el Amor en movimiento, esa energía de Amor que todo lo sostiene.
Reflexionemos durante el silencio tomando consciencia de todo lo que movemos, hay tantas pequeñas cosas en nuestro día a día que forman los claros-oscuros. Tomemos consciencia si, a ellos, entregamos nuestra energía.
Pregunta: Gràcies.
con Amor y Luz-21-02-2025