Cada vez es más evidente, la sensación de que no formamos parte de esta humanidad que lucha, está hambrienta y sigue unida a la corrupción.
Estemos en el barro, algunos incluso disfrutando de él. Pero todo aquel que conecta con su fuerza interior es capaz de salir del barro y encontrar un gran salto de agua donde limpiarse y aparecer tal como es. Un Ser de Luz y Amor en movimiento. No tenemos que luchar, sino trabajar y no nos hace falta dejar nuestro cuerpo para vivir en el Cielo. El Cielo es aquí en la Tierra, para los que así lo escojan.
La sensación de separación, de lejanía con esta humanidad es el inicio de un gran cambio, tanto a nivel personal como grupal. Estemos atentos a este sentir por ser conscientes de que no formamos parte de esta realidad, sino de otra mucho y muy diferente, que está a punto de llegar. El momento de su llegada dependerá de nosotros, de nuestra decisión personal y grupal, de salir del barro para caminar limpios, en esta Tierra, el Gran Paraíso.
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