Bienvenidos a este momento. Estamos contentos y somos felices de que os reunáis para compartir y festejar este momento. Esta fiesta de la Luz inicio de un nuevo ciclo. Es importante para el compartir que os sintáis todos iguales, hermanos de la Tierra y del Universo constituidos por la misma energía. Así cada uno de vosotros, llenos de estas distintas energías, se hace uno con todos. Esta semejanza propicia la sincronización de vuestra respiración, en un mismo latir, que se siente más allá de este espacio de la Tierra y en el Universo. Un latir que se une a otros muchos latidos, que hoy se han unido en el planeta Tierra, para celebrar esta festividad.
Visualizamos la Tierra llena de pequeñas luces que se avivan con este compartir. Luces que alimentan la Luz de la humanidad, como un solo cuerpo. Luz necesaria para ver claro, para comprender, para confiar, para crecer. Más estas luces que vemos hoy en la Tierra, nacen todas de vuestro interior. Esa es la Luz más pura, la Luz más potente, la que en verdad ilumina. Respirad en este espacio, ahora lleno de esta Luz, Luz de vida, Luz de Amor, Luz de paz, Luz de sanación, Luz de armonía.
Os acompañamos muchos otros Seres, para algunos, invisibles a sus ojos, pero si pueden reconocerse desde el sentir. Nunca estamos solos, siempre estamos acompañados por Seres que cuidan de nosotros. Aún en este tiempo de grandes cambios, de inicio de una nueva era, estamos más atentos a todos y a cada uno de vosotros. Si encontráis espacio/tiempo para sentir, experimentareis este cuidado próximo, un cuidado próximo que va mucho más allá de lo puro material.
En estos momentos que es más fácil activar el sentir, estad atentos a todo lo que os acontece a cada uno en este instante. Cualquier sensación en el cuerpo físico. Cualquier pensamiento que nazca de este instante. Cualquier emoción que surja en el corazón, es toda una realidad para cada uno. Podéis sentir alegría y tristeza, Amor y desamor, nerviosismo y tranquilidad, todo está para todos, todo es para compartir y desde este compartir alimentar a la humanidad.
Si estamos aquí es porque hemos sentido el llamado de la Luz, un encuentro para avivar esta Luz interior, tan necesaria para clarificar nuestro camino, para afirmarnos en nuestro sentir, para festejar que hoy es un inicio. Un inicio que, si nace en el punto cero donde no hay nada escrito, esta abierto a todas las posibilidades. Busquemos este punto cero en cada uno de nosotros. Facilitemos este inicio dejando ir todo aquello que nos condiciona, todo pensamiento que no nos alimente y movámonos con esta nueva energía que hoy, llega a nosotros.
Que esta Luz avivada, ahora, nos haga volver mucho más sinceros con nosotros mismos, mucho más coherentes en nuestro interior y hacia el exterior. Que esta Luz aclare nuestra visión, nos permita ser más pulcros y cuidadosos, nos acompañe en nuestro andar más firme y nos permita recuperar la alegría de vivir. Permitamos a esta Luz, ahora presente, que ilumine a la humanidad infundiendo más Amor, más alegría, más confianza, más seguridad, más paz…
Que esta Luz nos hermane más y más.
Iluminemos con la intención toda la Tierra, como muestra de agradecimiento por todo lo que hace por cada uno de nosotros, por todos los Seres que la habitan. Agradezcamos su cuidado, su protección y su Amor incondicional para cada uno, para cada cosa creada.
Y expandamos toda esta Luz, aquí presente, hacia todo el Universo como muestra de agradecimiento, como muestra de hermandad, como muestra de paz y alegría.
Sintámonos Seres del Universo. Sintámonos Seres de la Tierra. Sintamos al SER en cada uno de nosotros, en este cuerpo físico. Ese SER que es Luz purísima.
Que desde hoy, a partir de hoy, podamos ser una manifestación de esta Luz, de ese SER, en nuestra cotidianidad, en nuestras relaciones, en nuestro corazón, también en nuestra mente, y seamos portadores de esta nueva Luz.
La Luz es.
La Luz está siempre presente.