Esto es lo que soy, percibo perfectamente la conexión entre mi materia y mi energía, y desde esa conexión profunda, nacida de la conexión con la Fuente, me declaro un nuevo Ser.
Hoy más que nunca, necesitamos activar esta conexión desde la Fuente a la Madre Tierra para sostener esta nueva energía, así se activan multitud de filamentos creando una red luminosa, poderosa y con una energía de alegría y celebración que es compartida por todos.
Si hemos llegado hasta aquí, hasta este chacra maestro, es porque hay en nosotros la voluntat de accionar, de hablar, de pensar, de sentir en beneficio de todos.
Permitámonos esta creatividad porque el sonido, la música, es pura creatividad. Respiremos para acompasar esta melodía, en la que somos al mismo tiempo instrumento e instrumentista.
Incluimos la energía del Universo, en nuestra energía vital para sentirnos Seres del Universo ahora en esta experiencia de vida, aquí en la Tierra pero, también, en otras existencias en el Universo.
Esta espiral que nos rodea en su movimiento armónico y equilibrado se transforma en nuestro Merkabá particular, en nuestro vehículo energético que nos permite viajar a cualquier lugar de la Tierra, visitar a cualquier Ser de la humanidad.
Iluminando mi cuerpo con esta Luz mi materia se expande y mi energía se contrae, acercándose y disolviendo sus límites.
Esta mayor visión no es para distraernos, al contrario para que nos enfoquemos en lo que es realmente importante.
Cada vez que inspiro, el Universo me inspira y cada vez que exhalo, manifiesto esta inspiración creando.
Abriéndonos a una nueva era, abrimos mucho más nuestro corazón.
La dualidad coexiste sin necesidad de disolverse.
Nuestra madre es la mejor madre para esta experiencia de vida.
Ya no se trata de sobrevivir, sino de vivir.