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TALLER «LOS REGALOS DE LA NATURALEZA»

Alimentos  y medicinas que podemos encontrar en el campo, las laderas, los prados y los bosques. Sábado, 15 de mayo de las 9h a las 13h.

PASEO DE RECONOCIMIENTO DE PLANTAS

Os proponemos un paseo de reconocimiento de plantas, por los alrededores de «Fundació El Parés», de Gurb. Domingo, 16 de mayo, 9:30h a 12:30h

TALLER «EL SAUCO»

¿El sauco, propiedades, usos y cómo nos puede ayudar a recuperar la salud? Sábado, 29 de mayo, de las 9h a les 13h.

Reprogramación ADN hélice 7

Iluminando mi cuerpo con esta Luz mi materia se expande y mi energía se contrae, acercándose y disolviendo sus límites.


Hasta hoy todas las hélices del ADN que hemos estado reestructurando, recomponiendo, regenerando, estaban muy conectadas con el mundo físico, con el mundo material. Hoy con esta séptima hélice, la que está abierta al mundo más invisible, sutil, celestial, vamos a introducirnos en una nueva dimensión. No es que sea una dimensión desconocida para nosotros, pues también formamos parte de ella. En la materia solo se representa una fracción del Ser completo que somos. Hoy vamos a conectar con esta séptima hélice, con nuestra parte sutil la que se encuentra en otra dimensión.

Cuando hablamos de un Ser completo incluimos ambas partes, la física o material y la sutil o energética, y así ese Ser es un todo único, completo. Si esta conexión no está activada o es una conexión débil con nuestra parte sutil, debemos ver nuestra hélice y recomponerla, regenerarla o reestructurarla para que esta conexión, con nuestra parte sutil, este siempre, activa.

Desde este punto de la coronilla en el que se sitúa el séptimo chackra vamos viendo resurgir, tal como la hierba nace de la tierra, un tallo que va creciendo hacia fuera con un movimiento ondulatorio o en forma de espiral, que se va manifestando físicamente frente a nuestros ojos, mostrándonos esta séptima hélice del ADN. Como en cada meditación, nos situamos en este punto cero desde donde observamos toda esta visualización y vamos recorriendo cada tramo de esta hélice. Cada tramo en su movimiento en espiral ondulatorio. Fijémonos en cada uno de sus detalles, en su grosor, en su tramo continuo o discontinuo. Si vemos que hay una parte mucho más rugosa, más expandida, otra parte que se estrecha en desmesura. Si su color que es violeta se mantiene a lo largo de toda esta hélice, de todo este filamento. Si es un violeta cristalino y puro. Si hay tramos en que este filamento esta deshilachado… Cualquier cosa que llame nuestra atención es importante tenerla en cuenta.

Seguramente si hay un tramo discontinuo en él, es que esta conexión con nuestra parte sutil se activa y se desactiva, Si hay un tramo deshilachado es que esta conexión es tan débil que en cualquier momento puede romperse. Si hay otros colores presentes en esta hélice puede ser que este centro energético no esté tan enfocado a lo sutil, sino orientado hacia alguno de los otros chacras. Percibamos su Luz, si es una Luz pura, entonces fácilmente tenemos esta conexión con nuestra parte sutil activada en nuestra cotidianidad.

Para recuperar partes o fragmentos perdidos pidamos al Universo que los traiga, aquí y ahora, para recomponer nuestra hélice. Si hay fragmentos deshilachados que significa, también, la rotura de ciertos códigos originales, pidamos al Universo la recomposición de este filamento y todos sus códigos originales. Si hay nudos en forma de pactos, de lazos que se han mantenido durante mucho tiempo  condicionando esta conexión con nuestra parte sutil, se disuelvan aquí y ahora, y eso también lo pedimos al Universo.

También incorporamos a esta hélice, en toda su longitud, una Luz pura y cristalina activando la conexión con nuestra parte sutil al cien por cien, manteniéndola así, activa en nuestro día a día, frente a cualquier acción cotidiana. Así incorporamos la complitud de todo cuanto nos rodea. Activando esta conexión, con esta conexión activa, desde este momento, me permito disfrutar de esta experiencia de vida. Me da tranquilidad el reconocerme como verdaderamente soy. Me da fuerza para seguir experimentando con confianza. Nunca me siento separado ni aislado. En todo momento me siento cuidado y protegido. Con esta conexión activa, con esta Luz violeta, pura y cristalina, ilumino todo mi cuerpo. Toda mi cabeza, mis hombros, brazos, manos y dedos; también toda mi columna, mi tórax y mi abdomen, mi pelvis, mis piernas hasta los dedos de los pies. Iluminando mi cuerpo con esta Luz mi materia se expande y mi energía se contrae, acercándose y disolviendo sus límites. Siento mi materia y mi energía. Me siento Universo. En este Universo vive mi yo infinito, mi yo finito, y ambos están unidos, aquí y ahora. Mantengo esta sensación en mi, de mi materia expandida y mi energía contraída.

A través de la respiración desde la coronilla vuelve a penetrar en mi, esta séptima hélice de ADN totalmente reconstruida, reestructurada, regenerada con todos los códigos originales y se integra a la perfección en mi yo infinito y mi yo finito. Por fuera y por dentro, lleno de esta Luz violeta, unimos cada una de nuestras luces para formar un círculo perfecto. Un circulo violeta del Ser completo, y gracias a la respiración conjunta, lo expandimos, más y más, hasta abrazar toda la Tierra. Creamos entre todos un anillo de Luz violeta, en el ecuador de la Tierra, acogiendo todos aquellos Seres en la Tierra que también se entregan a esta conexión con su parte sutil. Este anillo crece más y más. Este anillo es una señal para el Universo de que la Tierra y la Humanidad están en una profunda transformación. Una transformación para incorporar a la cotidianidad, a la vida en la Tierra, la parte sutil de la existencia.

La simple visión de la Tierra con este aro de Luz hace nacer en nosotros la Paz, la Tranquilidad, la Confianza, la Fuerza para continuar la experiencia desde nuestro yo infinito y nuestro yo finito en una misma acción. Una acción nacida de esta Paz, de esta Tranquilidad, de esta Confianza.

Recogemos de nuevo nuestra energía volviendo a este espacio, aquí y ahora, sintiéndonos distintos. Cada uno según su sentir: mucho más confiado, mucho más seguro, mucho más tranquilo, mucho más alegre, mucho más amoroso, mucho más conectado.

con Amor y Luz-19-03-2021

Reprogramación ADN hélice 6

Esta mayor visión no es para distraernos, al contrario para que nos enfoquemos en lo que es realmente importante.

Hoy vamos a abrir el párpado del ojo que todo lo ve. Para eso debemos estar en un estado de confianza plena, porque sin esta confianza difícilmente seremos capaces de ver lo que está presente en nosotros y en nuestro entorno. Cada uno tendrá su  percepción singular de esta experiencia y esta percepción será la adecuada para ese Ser en este momento para facilitar su camino hacia la evolución. El Universo siempre da la información justa para ese momento y para ese Ser.

Desde nuestra cabeza iluminada nos situamos en este punto del entrecejo, punto donde nace la energía del sexto chacra, el chacra del tercer ojo, de la visión completa, del nuevo paradigma. Así pues concentramos nuestra atención en este punto y si nos es difícil, podemos acercar a él uno de nuestros dedos. Es un punto sensible a la Luz, a la nueva Luz que llega en estos tiempos a la Tierra. Aunque aparentemente la Luz del Sol puede parecer igual a cada instante, es distinta, cada nuevo día y cada momento de ese nuevo día. La Luz es también nuestro alimento y, más en este tiempo, de transformación porque precisamente el ADN está conectado directamente con la Luz.

Continuando con el protocolo de re-programación vamos a visualizar que desde este punto va apareciendo nuestra hélice de ADN número seis. Se puede presentar frente a nosotros como una espiral o una onda. Es importante visualizar cada tramo que aparece frente a nosotros, su textura, su color, su forma. Si toda la hélice tiene el tramo continuo o hay alguna parte de discontinuo. Si se bifurca en dos y vuelve a juntarse. Si esta deshilachada. Si hay algún tramo que no tiene Luz… Simplemente observamos esta hélice que se presenta frente a nosotros y desde el más profundo sentir, desde nuestro corazón original, vamos configurando esta hélice en un tramo perfecto, con una Luz continua, pura y cristalina, a lo largo de toda esta hélice. Deshaciendo nudos. Recuperando partes. Recomponiendo. Regenerando aquellas que sean necesarias regenerar. Vemos delante de nosotros esta hélice, en espiral u ondulando, que desprende toda una neblina de color azul índigo. Esa es la Luz que se relaciona con esta hélice, con este chacra. Un color que nos conecta con el agua, con el océano, con el aire, con el Universo. Dejémonos iluminar por esta Luz especialmente esta zona de la frente, de nuestros ojos, y esta Luz transforma nuestra mirada.

Empezamos a comprender que realmente este instante en el planeta Tierra es un instante oportuno para la gran transformación, y aunque no sepamos claramente donde nos conduce, si sabemos que es lo que nos priva de acércanos a este fin. Desde esta Luz, con está hélice regenerada, reprogramada, reescrita vamos a esclarecer mucho más nuestro camino, encontrando todas aquellas sincronicidades necesarias para avanzar de forma más fácil, hacia nuestro destino. Sincronicidades que van aparecer frente a nuestros ojos. Es por ello de vital importancia estar atentos a este sentido de la vista, porque vamos a sufrir transformaciones.  Podremos pensar que nuestros ojos se desenfocan, se irritan, se secan, pero es una simple transformación para acercarnos, más y más, a esta plena visión. La visión de todo lo que está en nuestro entorno, de forma completa. La parte física evidente hasta ahora, pero también la parte sutil o energética,  porque solo incorporando la parte sutil de la vida podemos avanzar hacia nuestro destino. Solo desde la completitud avanzaremos. La completitud incluye todo lo que conforma lo creado, es un todo inclusivo, y solo una visión perfecta y total, nos puede permitir la comprensión que se necesita para esta inclusión en la completitud.

Dejemos que esta Luz índigo, también ilumine todo nuestro rostro, potenciando todos los otros sentidos físicos, importantes también en este tiempo. Y todo nuestro cuerpo,  especialmente nuestras glándulas las que segregan las sustancias facilitadoras para esta transformación física de nuestro cuerpo. Alimentémoslas en estos momentos con esta Luz, una Luz que les confiere, también a ellas, una plena visión de su  función  en este tiempo. Es gracias a la colaboración de todo, que todo se llevará a término. Cambiemos nuestra mirada frente a lo que aparentemente no tiene vida, pues todo, absolutamente todo, es vivo.

La mirada plena incluye el tiempo, indistintamente pasado, presente y futuro, solo la atención plena, la consciencia plena, nos situara en el momento presente. Esta mayor visión no es para distraernos, al contrario para que nos enfoquemos en lo que es realmente importante. Y lo importante es mantenernos en nuestra integridad, en nuestra completitud para seguir avanzando.

Permitamos que esta hélice perfecta, con todo su código original, infundido en el momento de la creación vuelva a penetrar en este tercer ojo, hasta la mitad de nuestra cabeza. A cada movimiento de la respiración, poco a poco, penetra en nosotros disolviéndose en el exterior, y desde este punto medio de  nuestra cabeza desciende hacia nuestros centros energéticos. Enlazándose al quinto chacra,  en el que cada vez que inspiro el universo me inspira y exhalando manifiesto esta inspiración. Hacia el cuarto chacra en el que con una hélice reprogramada abro más mi corazón a esta nueva etapa. A mi tercer chacra conectando con mi Yo infinito, mi Yo completo manifestado en este cuerpo. Hacia mi segundo chacra, el chacra que gestiona mis relaciones, mi relación con todo lo que me envuelve. Y hacia mi primer chacra que me conecta con la Madre Tierra. Y desde el centro de la Madre Tierra, solo desde una conexión profunda con la Madre Tierra, enraizada en su centro, en su corazón,  puedo tener una nueva visión de todo cuanto acontece.

La Luz azul índigo ilumina cada uno de estos centros y también a la Madre Tierra y desde la Madre Tierra, a toda la Humanidad. Si así la sentimos, como madre, sentiremos la hermandad con cada uno de los Seres humanos que la habitan. Vemos más claro nuestro estrecho vínculo como hermanos. Hermanos nacidos en un mismo tiempo para un mismo fin, colaborando todos en beneficio de todos. Esa es la nueva  mirada al nuevo paradigma que se abre a este tercer ojo y que se manifiesta para los otros dos.

Alegrémonos por este momento de hermandad y de fraternidad. Alegremos nuestro corazón desde este sentir y visionemos, ya ahora, este nuevo paradigma, esta hermandad en la Humanidad como hijos/hijas de la Madre Tierra. Solo desde este sentir de hermano/hermana de la Humanidad podremos acoger a otros hermanos y hermanas del Universo. Sintámonos pues, iguales aunque singulares, acojamos todas las culturas, razas, religiones, ideologías creando esta completud humana necesaria para la plena visión, una visión que se abre también hacia el Universo, si realmente sentimos esta fraternidad.

Mantengámonos unos momentos en silencio invitando a todos aquellos Seres de nuestro entorno para acogerlos como hermanos. Todos hijos/hijas de la Madre Tierra y festejemos este encuentro.

con Amor y Luz-19-02-2021